(Por Lic Pablo Rutigliano Presidente & Fundador Cámara latinoamericana del Litio) -En el vasto escenario de nuestro tiempo, en el que las fuerzas que mueven el destino de la humanidad parecen escurrirse entre las grietas de la desinformación y la manipulación, la necesidad de una auténtica democratización de la economía se vuelve más urgente que nunca. Los intereses concentrados de unos pocos, que se erigen como los dueños de los hilos del poder y de los recursos naturales, siguen alimentando un sistema que, aunque sofisticado en su aparente equilibrio, está marcado por la desigualdad y el control absoluto de las grandes corporaciones. En este contexto, la tokenización, apoyada por la robusta tecnología de la blockchain, se presenta como un faro de esperanza, una herramienta capaz de abrir nuevas puertas hacia una economía más transparente, inclusiva y verdaderamente democrática.
Vivimos en un mundo donde las élites económicas, los conglomerados corporativos y los actores internacionales más poderosos no solo han monopolizado el acceso a los recursos naturales, sino que también han logrado configurar, a su antojo, los precios de los bienes que sustentan el bienestar global. La comercialización de commodities como el litio, el cobre, el petróleo y el gas ha estado siempre en manos de unos pocos, mientras que la gran mayoría de los ciudadanos sigue sin tener acceso al control de estos bienes, sin participar de sus beneficios y sin comprender la magnitud de su impacto en sus vidas diarias.
Es importante recordar que la historia de la humanidad está plagada de ciclos en los que las grandes concentraciones de poder han gobernado desde las sombras, ya sea en el ámbito político o económico. Durante siglos, las grandes potencias coloniales se hicieron con el dominio de los recursos del planeta, expandiendo su influencia mediante una estructura que no solo se basaba en la explotación de los territorios ajenos, sino también en la manipulación de las leyes que regulaban la economía mundial. Hoy, aunque las formas de dominio se hayan sofisticado, el trasfondo sigue siendo el mismo: un pequeño grupo de actores económicos sigue controlando, a su conveniencia, la distribución de los recursos, las cadenas de valor y, por supuesto, los precios de los commodities que impulsan el crecimiento global.
Sin embargo, como en todas las épocas de cambio, las soluciones surgen cuando la humanidad se enfrenta al borde de un precipicio. La tokenización, que hace uso de la tecnología blockchain, ofrece la posibilidad de construir un sistema económico en el cual los recursos, en lugar de estar concentrados en unas pocas manos, puedan ser gestionados de manera más equitativa. Esta tecnología, que ha sido inicialmente asociada con las criptomonedas, tiene un potencial mucho mayor si se aplica de forma adecuada a los sectores productivos clave, especialmente aquellos que sustentan la industria global, como la minería, la agricultura, la energía y las materias primas.
La tokenización permite representar activos, desde recursos naturales hasta productos manufacturados, mediante unidades digitales (tokens) que se pueden transferir y comercializar sin la necesidad de intermediarios. A través de esta tecnología, se pueden registrar transacciones de manera descentralizada, asegurando que cada acto comercial sea transparente y rastreable, lo que elimina la opacidad que actualmente caracteriza muchas de las operaciones económicas en los sectores más cruciales. Con la tokenización, se da acceso a una verdadera democratización del mercado, permitiendo que pequeños productores, comunidades locales y actores marginalizados tengan una participación activa en la creación de valor, la fijación de precios y la distribución de los beneficios.
Uno de los ejemplos más claros de cómo la tokenización puede transformar la economía global es el caso del litio, un recurso natural que se encuentra en el centro del debate sobre la transición hacia la electromovilidad. En los últimos años, el litio ha ganado relevancia debido a su uso en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos, una tecnología clave para combatir el cambio climático y reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Sin embargo, la producción de litio está concentrada en pocos países y es controlada por grandes empresas que determinan su precio y su acceso. En este contexto, la tokenización podría ser una herramienta crucial para democratizar la cadena de valor del litio, permitiendo que las comunidades locales, que a menudo son las más afectadas por la extracción de este recurso, reciban una compensación justa y puedan participar en las decisiones que afectan su futuro.
La tokenización del litio no solo sería beneficiosa para las comunidades productoras, sino también para los consumidores y para los actores involucrados en la industria de la electromovilidad. A través de contratos inteligentes y mecanismos de rastreo basados en blockchain, se podrían garantizar condiciones laborales justas, asegurar el cumplimiento de las normativas medioambientales y dar transparencia al proceso de producción y comercialización del litio. Este tipo de enfoque también facilitaría la creación de mercados más competitivos y la aparición de nuevos actores que, al estar equipados con la misma tecnología, pudieran competir en igualdad de condiciones con los grandes monopolios internacionales.
Para que la tokenización sea una herramienta efectiva de democratización económica, es necesario que se implemente de manera coordinada entre el sector público, las empresas y las comunidades. El Estado, como regulador y protector del bien común, debe crear un marco legal y normativo que facilite la adopción de la blockchain en sectores estratégicos de la economía. Además, debe fomentar la colaboración entre los diferentes actores sociales, garantizando que todos los sectores de la sociedad tengan voz en los procesos económicos y puedan beneficiarse de ellos. En este sentido, las universidades, los jóvenes emprendedores y las comunidades deben ser parte activa de esta transformación, contribuyendo con ideas innovadoras, con propuestas de políticas públicas y con soluciones tecnológicas que fortalezcan el ecosistema de la tokenización.
La implementación de la tokenización también puede tener un impacto positivo en la sostenibilidad. Los sistemas basados en blockchain son capaces de medir y rastrear el impacto de las actividades económicas en el medio ambiente y en las comunidades, lo que facilitaría la creación de modelos de negocio más responsables y sostenibles. La transparencia que ofrece la tecnología blockchain permitiría que los consumidores tomaran decisiones informadas sobre los productos y servicios que adquieren, favoreciendo aquellos que cumplen con los estándares éticos y medioambientales más altos.
En definitiva, la tokenización representa una oportunidad histórica para repensar la forma en que gestionamos los recursos de nuestro planeta. A través de esta tecnología, podemos construir un sistema económico más justo, transparente e inclusivo, en el cual todos los actores tengan una participación equitativa en la creación de valor y en la distribución de los beneficios. Esta es una oportunidad única para transformar la economía global en una economía que no solo beneficie a los poderosos, sino que también ofrezca un futuro próspero para las generaciones venideras.
La tokenización es, en última instancia, un camino hacia la verdadera democratización de la economía, donde el acceso, la transparencia y la equidad son principios fundamentales. Si aprovechamos su potencial, podremos dejar atrás las viejas estructuras de poder y abrir un nuevo capítulo en la historia de la humanidad, uno en el que todos podamos ser partícipes del destino común que nos espera.