(Corresponsalía Buenos Aires) – El ministro sin cargo, Santiago Caputo impulsó una megaencuesta para medir si los argentinos aceptarían un régimen autoritario. Las preguntas apuntan al descrédito del periodismo, de la democracia, y promueven los modelos de Bukele y Orbán, a pesar de que dicen combatir a Maduro en Venezuela o al poder en Cuba.
En un polémico movimiento, Santiago Caputo, principal colaborador de Javier Milei, diseñó una megaencuesta para sondear la disposición de los argentinos hacia un régimen autoritario, según revelaron fuentes libertarias a La Política Online (LPO). La encuesta fue realizada a través de la plataforma es.research.net, sin necesidad de recurrir a consultoras externas.
Entre las preguntas más controvertidas figura: “¿En qué país prefiere vivir?”. Las opciones de respuesta son claramente direccionadas: “En un país con un gobierno democrático que respete los derechos individuales de las personas” o “En un país con un gobierno autoritario que logre buenos resultados económicos”. Este planteo refleja un sesgo evidente hacia priorizar los logros económicos por sobre el respeto a las instituciones democráticas, una característica clave de los proyectos libertarios.
Caputo, conocido por su cuenta de Twitter “Milei Emperador” (ahora cerrada), ha coqueteado abiertamente con la idea de un régimen libertario imperial. Este enfoque se inspira en modelos como el del presidente salvadoreño Nayib Bukele y el primer ministro húngaro Viktor Orbán. Ambos líderes, inicialmente electos democráticamente, se han dedicado a debilitar la democracia desde adentro, erosionando el poder del Congreso y restringiendo la libertad de prensa.
No resulta casual que el descrédito hacia legisladores y periodistas sea un eje central en la estrategia de Milei. En su discurso, estos actores son blanco recurrente de críticas y ataques, con el objetivo de socavar su legitimidad.
Los modelos que Milei y su círculo parecen admirar presentan paralelismos preocupantes con regímenes autoritarios en otros países. Bukele, por ejemplo, ganó sus últimas elecciones con un abrumador 82% de los votos, mientras que Orbán se ha mantenido inamovible como primer ministro húngaro desde 2010. Estos porcentajes de apoyo recuerdan a líderes como Vladimir Putin, quien alcanzó el 87% de los votos en su última elección.
El proyecto de Caputo, que incluye preguntas direccionadas y un discurso que minimiza las libertades individuales, plantea serias dudas sobre las intenciones a largo plazo del gobierno libertario. Mientras la retórica pública exalta el valor de las instituciones, las acciones y discursos en privado sugieren un interés por desmontarlas y perpetuarse en el poder, moldeando un sistema que priorice resultados económicos a costa de los pilares democráticos.
Este intento por sondear la aceptación del autoritarismo en la sociedad argentina representa un inquietante indicador de las ambiciones del gobierno libertario. Los ciudadanos, en su decisión, no solo eligen un modelo económico, sino también el tipo de país en el que desean vivir.