Patricia Kadgien dio una insólita explicación ante la Justicia sobre los motivos por los que “escondió” la obra de arte durante más de tres décadas.
La historia de “Retrato de una dama”, el cuadro robado durante la ocupación nazi en los Países Bajos que terminó en el living de una casa en Mar del Plata, sumó un nuevo capítulo en las últimas horas con la declaración de Patricia Kadgien.
Ante la Justicia, la hija del financista Nazi Friedrich Kadgien intentó explicar los motivos que la llevaron a esconder la obra de arte antes del allanamiento que se llevó a cabo en su domicilio y en otras tres propiedades vinculadas a la familia.
Esta decisión fue la que le costó, tanto a ella como a su esposo, el arresto domiciliario por entorpecer la investigación. Mientras tanto, las autoridades buscan establecer quién es el verdadero propietario del cuadro.
“Pensé que era una estafa”: la explicación de la heredera
En su declaración judicial, a la que tuvo acceso el portal 0223, Kadgien relató que mudó el cuadro entre 1989 y 1990 desde General Alvarado a Mar del Plata.
La obra, de unos 116 por 87 centímetros y con un marco dorado de 13 cm, siempre fue conocida en la familia como “el monje”. “Era un retrato de quien yo entendí en aquel momento se trataba de un monje o alguna persona religiosa”, aseguró.
Durante 35 años, el cuadro decoró el living de su casa, sobre un sillón triple y entre dos veladores. Pero la situación cambió en mayo, cuando puso en venta la propiedad.
“En agosto empecé a recibir llamados de una persona que se presentaba como periodista, que refería haber accedido a mi casa por medio de terceros y aparentemente, en el marco de una visita concertada con la inmobiliaria, había tomado contacto visual con el cuadro que adjudicaba a un coleccionista holandés y cuya restitución me exigía”, explicó.
Kadgien contó que pensó que se trataba de una estafa virtual. “Dejé de atender números desconocidos, di instrucciones a la inmobiliaria de retirar la casa de la venta y saqué todos los bienes de valor, porque ignoraba los alcances de estos llamados”, se excusó.
La sorpresa fue total cuando vio imágenes de su living en los medios, que hablaban de un cuadro robado por jerarcas nazis durante la Segunda Guerra Mundial y buscado por la Interpol.
“Jamás oculté dicho cuadro a terceros; aquel estuvo siempre visible en el living de mi casa e ignoraba por completo el presunto origen que se refería. Mi casa es una vivienda de clase media, sin bienes suntuarios en su interior y frecuentada por amigos del matrimonio y de mis hijos”, aseguró Kadgien.
La defensa de Kadgien remarcó que los hechos denunciados ocurrieron hace 82 años, antes del final de la Segunda Guerra Mundial, y que la mujer no tuvo participación en ellos. Según el comprobante de compra, el cuadro fue adquirido en 1943, y al momento de la muerte de su padre, Patricia tenía apenas 14 años.
“Resulta impensado que hubiese tenido conocimiento de la historia de este cuadro que ahora se intenta reconstruir”, argumentaron.
El recorrido del cuadro: de Alemania a la Argentina
De acuerdo a la documentación presentada, la obra pasó de mano en mano dentro de la familia. Habría sido adquirida por Leonore Berthold, cuñada de Friedrich Kadgien, el 25 de noviembre de 1943 en el Museo Wallraf-Richartz de Colonia, en plena guerra.
Después quedó en poder de su hermana Augusta Ana Sofia Hildegarda Bertholdt, esposa de Kadgien, quien murió en 1965 en Argentina. Desde entonces, el cuadro pasó a manos de Federico Gustavo Kadgien (nombre con el que el financista ingresó al país) y, tras su muerte en 1979, fue heredado por Patricia.
Como prueba de la legítima posesión y de buena fe, Kadgien presentó una factura de compra del museo alemán. El documento detalla dos pinturas: “Jordaens – Retrato femenino” por 40.000 Reichsmark (unos 13 mil dólares de la época) y “de Vries – Retrato masculino” por 18.000 Reichsmark (unos 6 mil dólares).
Ahora, la Justicia deberá determinar si la obra debe ser restituida a las herederas del galerista judío Jacques Goustikker, a quien los nazis le robaron la colección durante la ocupación de los Países Bajos.