La Ciudad quiere derribar el Puente Ciudad de la Paz pero los vecinos resisten

El puente Ciudad de la Paz, que une los barrios porteños de Palermo y Colegiales, fue reinaugurado en marzo de este año, después de más de dos años de obras que sirvieron para reforzar su estructura.

El 25 de aquel mes, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, encabezó la reapertura y afirmó que “hablamos con los vecinos y escuchamos un reclamo de años: un puente cerrado que muchos decían que no se podía reparar, y una obra pospuesta durante mucho tiempo; hemos cumplido con las obras, las ejecutamos en serio”.

Sin embargo, poco más de cuatro meses más tarde, trascendió un plan oficial para demoler el viejo puente que pasa encima de las vías del ferrocarril Mitre, lo que motivó que numerosos vecinos que viven sobre la calle Ciudad de la Paz se autoconvocaron para rechazar esa posibilidad.

“Cuidemos La Paz” se llama el grupo de Whatsapp donde se organizaron los vecinos que quieren proteger la estructura construida a principios del siglo XX por la Compañía de Tranvías Lacroze para que el tranvía pudiera circular sin la interrupción de las vías ferroviarias.

De hierro remachado y ladrillos ingleses, su estructura tiene 52 metros de extensión que la empresa estatal porteña Autopistas Urbanas SA (AUSA) pretende derribar y construir uno nuevo por el que también pasar circular vehículos pesados como camiones, para los que ahora está vedada la circulación.

Pero al haber sido construido antes de 1941, el puente está protegido patrimonialmente, de manera que la Ciudad deberá recurrir al Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales (CAAP) para que le saque esa protección, si pretende derribarlo. Una decisión que podría adoptarse la semana que viene.

Algo que puso en alerta a los vecinos y en días recientes realizaron diversas manifestaciones públicas e intervenciones artísticas en el lugar, a fin de dar visibilidad a la lucha por el patrimonio y la identidad de los porteños.

El gobierno de la Ciudad, en tanto, busca convencerlos con la promesa de una nueva estructura que no solo permitirá el tránsito pesado sino también mejoras para los vecinos de la zona y la circulación de los porteños.