Un futuro embajador desbocado. El peso de las empresas estadounidenses en Argentina. Columna de economía de El Círculo Rojo, un programa de La Izquierda Diario en Radio Con Vos.
Sábado 26 de julio 20:55
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- Está semana, en la política local, se produjo la aparición estruendosa de Peter Lamelas, el futuro embajador designado por Donald Trump para la Argentina.
- Las confesiones de Lamelas en la audiencia de confirmación que tuvo lugar frente al Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos desató varios rechazos.
- ¿Qué dijo Lamelas? Afirmó que tenía por objetivo terminar con la “corrupción por parte de los chinos” en las provincias argentinas: una forma de influenciar para que los gobernadores rechacen las inversiones del país asiático en contexto de la disputa geopolítica que existe en Argentina y Latinoamérica entre las dos potencias. También afirmó que trabajará para el triunfo electoral de Javier Milei y para que “Cristina Kirchner reciba la justicia que bien merece”.
- Cristina Fernández de Kirchner, obviamente, repudió los dichos de Lamelas: “Al final lo de ‘Las Fuerzas del Cielo’ y los tuiteros ‘malos’ eran para la gilada… notificate que los que verdaderamente mandan en la Argentina de Milei son ‘Las Fuerzas del Norte’, escribió la expresidenta.
- Cristina tal vez esté esperando a ver qué dice Sergio Massa, su socio en Fuerza Patria. No llama la atención que no se conoció opinión del excandidato a presidente a quien se le decía, irónicamente, que había nacido el 4 de julio por sus relaciones con la embajada estadounidense.
- Por su parte, Axel Kicillof consideró que las palabras de Lamelas “evocan las épocas más oscuras de injerencia de los Estados Unidos en la vida democrática de nuestra región”. “Lamelas go home”, expresó Kicillof. El gobernador también podría mirar a su lado para ver a la cúpula de la CGT que en los últimos años movilizó más veces a reuniones en la Embajada de los Estados Unidos y a encontrarse con funcionarios del FMI que para luchar por el salario.
- Es cierto que existe una larga tradición de injerencia del imperialismo yanqui en nuestro país. Desde el histórico “Braden o Perón”, que sintetizó un enfrentamiento real frente entre el embajador y Juan Domingo Perón durante su primera candidatura a la presidencia; pasando por el apoyo de los Estados Unidos a golpes militares con emblemas como el Centro Clandestino de Detención que funcionó en la planta de la estadounidense Ford de General Pacheco; hasta las “relaciones carnales” durante el menemismo con el simpático embajador hincha de San Lorenzo, James Cheek.
- Pero el imperialismo no se reduce a la injerencia o a la prepotencia política, sino que tiene una base en la estructura económica. La teoría del imperialismo de Lenin, pasados más de cien años desde su publicación, resiste el paso del tiempo a pesar de todas las actualizaciones obvias que requiere por la profundización de la mundialización del capital desplegada desde entonces. Allí, Lenin destaca, entre otros aspectos, el peso de la oligarquía financiera, de los préstamos al Estado y de la exportación de capital, como algunos de los rasgos característicos del imperialismo.
- En las últimas décadas, en particular durante el auge neoliberal, Argentina ha suscripto acuerdos e impulsado leyes que favorecen al capital extranjero o realizado emisiones de deuda pública con prórroga de jurisdicción, lo cual, en una concesión terrible de soberanía, les da potestad a jueces extranjeros, como Loretta Preska en el caso de YPF, a «hacer justicia» en litigios con el Estado Nacional.
- En Argentina, es ostensiblemente evidente el dominio del capital financiero por parte de los Lobos de Wall Street y del FMI: no solo obtienen generosos beneficios con la deuda pública, sino que utilizan esa hipoteca que tiene el país para imponer condiciones sobre la política económica y en otras esferas.
- De acuerdo a información del Departamento de Estado de los Estados Unidos, “Más de 265 empresas estadounidenses operan en Argentina, y Estados Unidos sigue siendo el principal inversor en Argentina, con más de USD 12.500 millones (stock) de inversión extranjera directa en 2021”.
- Algunas de estas empresas ocupan lugares estratégicos o centrales en varios sectores económicos: Cargill, ADM-Toepfer y Bunge en el agro, Bridgestone en la industria autopartista, Bausch & Lomb en laboratorios, Black & Decker en maquinaria industrial, American Express y Citibank en servicios financieros, Ford y de General Motors en la industria automotriz. Son apenas algunos ejemplos.
- Los pagos de deuda externa y la remisión de ganancias a sus casas matrices por parte de las multinacionales están entre las principales causas de la escasez de dólares que traba el desarrollo y el crecimiento económico del país.
- Pero existe un dominio más amplio de empresas imperialistas de otros países. Según la Encuesta Nacional a Grandes Empresas, que releva información sobre las 500 principales empresas del país, en 2023, existían 193 que eran de origen nacional y 307 con participación extranjera.
- Cuando se analiza el Valor Agregado Bruto de las 500 grandes empresas, se obtiene que el 79 % del Valor Agregado Bruto corresponde a las empresas con participación extranjera. Por donde se lo mire, el peso del capital extranjero es preponderante en las empresas estratégicas del país.
- Es cierto lo que dijo la expresidenta acerca de que “Las Fuerzas del Norte” mandan en la Argentina. Pero esto no es nuevo. En términos de su dominio en la estructura económica mandan hace décadas.
- Ese dominio extranjero es parte de la explicación del atraso, de la dependencia económica, de los recursos saqueados y de la miseria que queda en estas pampas. Por eso, no basta con rechazar de palabra a la prepotencia imperialista.
Pablo Anino
Nació en la provincia de Buenos Aires en 1974. Es Licenciado en Economía con Maestría en Historia Económica. Es docente en la UBA. Milita en el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Es columnista de economía en el programa de radio El Círculo Rojo y en La Izquierda Diario.