El ministro de Seguridad de Córdoba, Juan Pablo Quinteros, nombró a Santiago Daniel Bolloli como nuevo jefe de la Policía Caminera.
La designación ocurre a tres días del escándalo por la detención del anterior jefe, Maximiliano Gabriel Ochoa Roldán, acusado de liderar una red delictiva junto a policías, abogados y civiles.
Desde la cartera de Seguridad explicaron que antes de designar a Bolloli, “se solicitó al Tribunal de Conducta Policial y Penitenciario, a la Dirección General de Control e Investigaciones de la Policía de Córdoba y a la Secretaría Penal del Tribunal Superior de Justicia, informes relativos a antecedentes administrativos, investigaciones disciplinarias por faltas graves, gravísimas o pasibles de destitución, y de participación en causas penales activas, las cuales el Comisario General designado no registra en ninguno de los casos anteriores”.
Escándalo con la policía Caminera de Córdoba
Esta nueva designación se dio tras quedar el puesto vacante por un escándalo de corrupción y diferentes delitos.
Días atrás fue detenido el mencionado Ochoa Roldán, acusado de coacción, enriquecimiento ilícito y asociación ilícita en calidad de jefe.
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El fiscal Guillermo González lidera una investigación que apunta a una red delictiva dentro de la fuerza.
Llamó la atención que el flamante detenido había sido ascendido apenas el lunes anterior.
Hasta diciembre de 2024 se desempeñaba como secretario privado del actual jefe de la Policía de Córdoba, Héctor Gutiérrez. Su reciente promoción, en vísperas del escándalo, plantea interrogantes sobre el nivel de conocimiento y responsabilidad dentro de la cúpula policial.
También fue ordenada la detención de su hermano, el policía Gastón Ochoa Roldán. La causa incluye delitos como peculado y encubrimiento por omisión de denuncia. La situación generó un fuerte sacudón en la estructura de la seguridad provincial.
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El operativo incluyó allanamientos en La Calera, Cosquín y la misma Jefatura de Policía. Allí se recolectaron pruebas clave que comprometerían a altos mandos. La gravedad del caso desató una crisis interna en la fuerza y encendió alarmas en el Gobierno provincial, quienes rápidamente se desentendieron del caso.