Las familias argentinas atraviesan crecientes dificultades para llegar a fin de mes, a pesar de que las estadísticas oficiales que indican una desaceleración en la inflación. Al respecto, Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA) atribuyó esta problemática a una contracción del consumo derivada de las políticas de ajuste implementadas recientemente por el Gobierno, que derivan de lo que denominó «estrés económico».
Salvia describió que la elevada crisis económica entre finales de 2023 y principios de 2024, agravada por medidas consideradas “autoimpuestas”, tuvo un impacto profundo en los hogares. Según el especialista, la inflación se redujo no gracias a un plan económico exitoso, sino porque la falta de masa monetaria deprimió la demanda y terminó por bajar los precios.
«Tuvimos una crisis muy fuerte, producto de políticas que algunos consideran autoimpuestas para lograr una estabilización macroeconómica«, afirmó el especialista este domingo, en diálogo con radio Rivadavia.
Para la UCA, el «estrés económico» golpea a las familias argentinas
Los aumentos en los costos de servicios y mercancías (como combustible, transporte, gas, luz, agua y comunicaciones) elevaron significativamente los gastos fijos de los hogares, afectando sus ingresos disponibles y recortando el consumo en bienes esenciales como alimentos, indumentaria y otros rubros básicos. Este fenómeno fue denominado por Salvia como “estrés económico”.
Aunque la inflación bajó, el experto señaló que esto no se debió a un plan económico virtuoso, sino a una caída en el consumo. «No hay masa monetaria que refuerce la demanda, y las políticas de ajuste redujeron el consumo, lo que a su vez bajó los precios«, explicó.
pobreza indigencia
El ajuste ocasionado por las medidas económicas del Gobierno causó un duro impacto en la calidad de vida de millones de personas en el país.
Mariano Fuchila
El aumento de los costos de servicios básicos, como combustible, transporte, gas, luz, agua y comunicaciones, incrementó significativamente los gastos fijos de las familias. «El ingreso corriente se ve afectado porque los gastos fijos aumentaron fuertemente. Esto reduce el consumo en alimentos, vestimenta y el funcionamiento básico del hogar«, precisó Salvia. Este fenómeno, que denominó «estrés económico», reflejó la creciente incapacidad de los hogares para cubrir sus necesidades básicas.
En cuanto al futuro, advirtió que si el gobierno continúa retirando pesos del mercado, la situación podría empeorar: se profundizaría el ajuste, disminuiría aún más el consumo, aumentaría la deuda familiar para cubrir alimentos y podrían incrementarse las moratorias en tarjetas de crédito, profundizando la restricción económica en los hogares.
El BID advierte por elevada presión tributaria y deterioro social en la Argentina
El acuerdo entre la Argentina y el grupo BID contenido en el documento Estrategia País realiza un crítico análisis de la situación nacional en materia de gasto público, el rol del sector privado y el panorama social.
A lo largo del documento se destacan las políticas que viene llevando a cabo el gobierno de Javier Milei aunque, y como es habitual, menciona los posibles riesgos riesgos potenciales para la implementación de la estrategia.
En este sentido, el BID considera que los principales riesgos de orden macroeconómico son de naturaleza fiscal, del sector externo y políticos, asociados a la posición de liquidez externa y de mayorías legislativas.
Se advierte que “los tiempos de reformas clave pueden extenderse por falta de mayoría en el Congreso y la potencial fatiga social ante medidas de ajuste”.
El BID aprobó la Estrategia País.
También alerta sobre la posibilidad de “shocks externos que deterioren los términos de intercambio y las condiciones financieras internacionales pueden impactar sobre costos operativos y el espacio fiscal y sobre las inversiones privadas”.