Lucía Elizabeth Rubio (30) no respondía los llamados desde el martes de esta semana. Su familia intentó comunicarse varias veces, pero no obtenía respuestas de la mujer. Fue entonces que el jueves decidieron ir hasta la casa, ubicada en un complejo de edificios en el barrio Las Catonas de Moreno. Allí encontraron el peor escenario.
El cuerpo de Rubio estaba en medio de un charco de sangre. Tenía fracturas en la cabeza y en el rostro. A pocos metros, una maza de albañilería con la que los investigadores creen que fue utilizada para matarla.
Las sospechas fueron rápidamente hacia la pareja de la mujer, un hombre llamado Mauro Ezequiel Calderón, de 31 años. De él nadie sabía nada desde el martes a la noche, el mismo momento que dejó de tener contacto Rubio con sus allegados.
En la casa se secuestraron tres teléfonos celulares y 36 envoltorios con un total de 12,5 gramos de cocaína, además de una balanza de precisión utilizada para el peso de la droga fraccionada.
Fue entonces que el fiscal Leandro Ventricelli, de la Fiscalía N° 1 de Moreno, ordenó a los oficiales de la comisaría Primera y a los detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Moreno – General Rodríguez, la búsqueda del sospechoso.
De las tareas realizada por los investigaciones se estableció que Calderón estaría escondido en Gregorio de Laferrere, en La Matanza, más precisamente en la casa de su abuela materna.
Hasta allí fueron los policías, quienes realizaron tareas encubiertas a la espera que el hombre salga de la vivienda. Luego de varias horas, Calderón salió del domicilio con un bolso.
Los policías de la comisaría Primera lo abordaron y lo detuvieron. Tenía la intención de escaparse al interior del país. El fiscal Ventricelli avaló la actuación policial y lo imputó por el homicidio agravado de su pareja, con quien tenía una relación de un poco más de un año.
“No está establecido donde intentaba irse”, dijo a Clarín un investigador.
Pero la casa de la abuela no fue el único lugar donde Calderón se escondió luego de asesinar a Rubio. Una ex pareja del hombre fue quien le dio casa las horas posteriores al asesinato.
«Estuvo escondido dos días a 10 cuadras de donde mató a la chica. El día que descubren el cuerpo se va a lo de la abuela, en La Matanza», confió a Clarín una fuente.
Personal de la DDI de Moreno – General Rodríguez detuvo a la joven, identificada como Dalma Navarro, quien quedó detenida por el delito de encubrimiento agravado por ser un delito precedente grave.