La creciente cantidad de satélites en órbita terrestre generó un desafío inesperado para las operaciones espaciales. Starlink, el servicio de internet satelital de SpaceX, enfrenta un problema sin precedentes, la necesidad constante de evitar colisiones entre sus propios satélites y otros objetos en el espacio. Esta situación se convirtió en una preocupación prioritaria para la empresa de Elon Musk.
El sistema Starlink opera mediante una red de satélites en órbita baja terrestre, a unos 550 kilómetros de altitud. Esta proximidad a la Tierra permite ofrecer conexiones con menor latencia y mayor velocidad en comparación con los satélites geoestacionarios tradicionales. Sin embargo, la congestión en esta órbita plantea riesgos significativos para las operaciones satelitales.
starlink elon musk.jpg
Starlink: cómo funciona este servicio satelital
Starlink utiliza antenas parabólicas para establecer conexiones con los satélites. Los usuarios instalan este equipo en sus hogares para acceder a internet de alta velocidad. La tecnología ofrece planes con datos ilimitados en la mayoría de los países, con velocidades de descarga que superan los 100 Mbps.
El servicio proporciona cobertura global, incluso en áreas remotas donde las conexiones tradicionales no llegan. Los satélites se comunican entre sí y con las estaciones terrestres para ofrecer conectividad constante. Starlink se posicionó como una opción competitiva en el mercado de las telecomunicaciones gracias a estas características técnicas.
Las advertencias de choque recurrentes de los satélites de Starlink
Los satélites de Starlink deben realizar maniobras constantes para evitar colisiones con otros objetos en el espacio. Entre diciembre y mayo, ejecutaron 144.404 maniobras de evasión, según datos presentados ante la FCC. Esta cifra equivale a una maniobra cada dos minutos, lo que refleja la congestión en la órbita baja terrestre.
SpaceX triplicó sus maniobras de evasión en comparación con períodos anteriores. La agencia espacial india, ISRO, realizó solo 122 maniobras en 14 años, con un pico de 23 entre 2022 y 2023. La congestión orbital plantea riesgos, ya que un error en una maniobra de evasión podría desencadenar una reacción en cadena conocida como síndrome de Kessler.
Este fenómeno, descrito por la NASA, implica una cascada de colisiones que generaría una nube de escombros capaz de inutilizar una órbita completa. SpaceX lanzó más de 6.000 satélites y planea desplegar hasta 42.000. Otras empresas, como Amazon y OneWeb, también preparan sus propias constelaciones satelitales.
La industria espacial desarrolla sistemas autónomos de evasión con inteligencia artificial para reducir las maniobras hasta un 50%. Sin embargo, la solución a largo plazo requiere regulación internacional y coordinación entre operadores. SpaceX solicitó estándares de reporte uniformes para toda la industria, lo que facilitaría la gestión del tráfico espacial.