Vacaciones de invierno: caídas de hasta el 40% y rentabilidad en jaque para la hotelería argentina

Compartir:

Los niveles de ocupación se desploman, mientras el turismo receptivo cae, el emisivo crece y la rentabilidad del sector hotelero entra en zona crítica.

  • Invierno al volante: cinco claves para cuidar tu auto en bajas temperaturas y frío extremo

  • Vacaciones de invierno en moto: consejos clave para cuidar las cubiertas

Los hoteles en Argentina atraviesan una situación muy complicada.

Pexels

Las vacaciones de invierno llegaron con más incertidumbre que turistas. De acuerdo a datos del sector, la temporada 2025 registra una caída de al menos 20 puntos porcentuales en la demanda respecto al año pasado, impactando de lleno en la ocupación hotelera en casi todo el país.

El relevamiento de Asociación de Hoteles de Turismo (AHT) muestra una realidad contundente. Ciudades como Buenos Aires, Mendoza e Iguazú, históricamente receptoras de visitantes del exterior, figuran entre las más afectadas. Solo algunos centros de esquí, como Bariloche o Villa La Angostura, escapan a la tendencia, gracias a una buena afluencia de turistas brasileños y una mayor conectividad aérea con ciudades como San Pablo, Río de Janeiro y Porto Alegre.

“Estamos atravesando un invierno complejo. La baja del turismo internacional y el crecimiento del emisivo afectan directamente a la hotelería nacional”, señaló Gabriela Ferrucchi, presidenta de la AHT.

mendoza.jpg

El turismo local, en una situación compleja en el el arranque de la temporada de vacaciones de invierno.

La rentabilidad de los hoteles, el otro frente crítico

A esta baja en la ocupación se le suma un dato más preocupante: la pérdida de rentabilidad. Según Roberto Amengual, presidente de la cadena Amérian Hoteles, algunos destinos registran caídas de ocupación de hasta el 40% respecto a 2024, un año que tampoco fue bueno. “Los que menos cayeron están en un 10% de baja, como Termas o Carlos Paz, pero otros como Río Gallegos o Tucumán muestran caídas más profundas”, detalló.

Según explicó, un golpe fuerte está en las tarifas. “Las tarifas se actualizaron solo un 40% del total del IPC interanual, mientras que los costos del sector subieron entre un 50% y un 800% según el rubro. Algunos componentes como la energía o los impuestos inmobiliarios se dispararon por encima del 800%”, dijo Amengual. Esta brecha entre ingresos y costos pone en jaque la sostenibilidad del negocio hotelero, que ya arrastra más de un año de crisis.

El turismo emisivo es otro factor que debilita al turismo nacional. Con un tipo de cambio favorable, muchos argentinos eligieron destinos internacionales, atraídos por la posibilidad de hacer compras o buscar climas más templados. Brasil, con su oferta de sol y playa, sumó viajeros que prefieren escapar del frío local.

Por otro lado, las reservas de último momento se consolidan como una tendencia que complica la planificación del sector. “La mayor demanda recién se empieza a notar esta semana, coincidiendo con el receso escolar de Buenos Aires y CABA”, apuntó Ferrucci aunque sostiene que no alcanza para revertir los números rojos.

Un pedido de políticas para evitar el colapso

“La sensación de crisis está instalada. Ya se empieza a ver pérdida de empleo en el sector. Sería importante establecer políticas que permitan sostener a la hotelería, que cumple un rol clave en las economías regionales”, sostuvo Amengual.

Mientras tanto, el invierno avanza, y con él la preocupación de un sector que atraviesa tarifas retrasadas, caída de reservas y costos desbocados.

También puede interesarte