El dolor menos pensado que tienen algunos hombres y cómo lo pueden resolver

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A comienzos de sus treinta, Chad Woodard pasaba horas andando en bicicleta por Nueva York entrenando para un triatlón Ironman. Al mismo tiempo, empezó a experimentar dolor pélvico y disfunción eréctil. Nunca sospechó que sus entrenamientos podían ser la causa.

El Dr. Woodard, hoy profesor adjunto de fisioterapia en Hunter College, ya ejercía desde hacía varios años, pero fue recién cuando un urólogo le preguntó si trataba a hombres con disfunción del suelo pélvico que empezó a informarse sobre el tema. El suelo pélvico es un término general que refiere a un entramado de músculos, ligamentos y nervios en la base del torso que sostiene la vejiga, los intestinos y los órganos reproductivos.

Cuando el suelo pélvico se vuelve demasiado laxo o excesivamente tenso en los hombres, puede provocar incontinencia, disfunción sexual y dolor en el escroto, el recto o la ingle.

El Dr. Woodard había escuchado menciones al suelo pélvico durante su formación, pero no tenía idea de lo que era la fisioterapia para esta zona.

Como este tratamiento no se enseña en profundidad en la mayoría de los programas de fisioterapia, Woodard buscó cursos de educación continua y descubrió que él mismo sufría disfunción del suelo pélvico.

Después de tratar con éxito sus síntomas usando los ejercicios que estaba aprendiendo, dedicó su práctica a ayudar a otros hombres. Tras el tratamiento, “pueden volver a vivir su vida”, dice, más de una década después.

En los últimos años, la salud del suelo pélvico en mujeres recibió más atención gracias a activistas, redes sociales y el surgimiento de empresas de telemedicina enfocadas en el tema. Pero la salud pélvica masculina sigue siendo desatendida por muchos médicos. Según algunas estimaciones, uno de cada seis hombres podría sufrir un trastorno del suelo pélvico, aunque muchos no saben ni que tienen uno, explicaron especialistas al Times.

Entrenar sin conciencia del cuerpo puede terminar afectando tu sexualidad y tu saludPeopleImages.com – Yuri A – Shutterstock

Parte del problema es que los síntomas pueden confundirse con otras condiciones, como infecciones de próstata, enfermedades de transmisión sexual e incluso cáncer, dijo el Dr. Amin Herati, profesor de urología en Johns Hopkins Medicine.

Sin embargo, hay signos de avance. En abril, la Asociación Americana de Urología publicó nuevas guías instando a los médicos a prestar más atención a la disfunción del suelo pélvico en hombres y derivarlos a fisioterapeutas especializados cuando sea necesario.

Ahora, un pequeño pero creciente cuerpo de investigaciones está arrojando luz sobre la prevalencia de estos problemas en hombres y demostrando la eficacia de la fisioterapia.

Los hombres siguen vinculando mucho su autoestima con la pelvis”, señala Jacob Bartholomy, fisioterapeuta en Seattle. Cuando tienen dolor o dificultades para ir al baño o tener relaciones sexuales, “se sienten fracasados”, dice. Espera que las nuevas guías ayuden a reducir esa vergüenza y a facilitar el acceso a tratamientos.

Suele surgir cuando los músculos del suelo pélvico están demasiado tensos o flojos. En general, los hombres tienden a experimentar más problemas por tensión excesiva, lo que deja los músculos casi en estado de contracción permanente, explica Kimberlee Sullivan, responsable de clínicas en Origin.

Esto reduce la movilidad y debilita los músculos, dificultando el control de la vejiga, el intestino y el desempeño sexual.

Entre las causas más comunes de tensión están el estrés, el estreñimiento, retener la orina mucho tiempo, pasar demasiado tiempo sentado, el ciclismo y levantar peso, según los expertos.

Respirar mejor y estirar la zona son claves para fortalecer desde adentro hacia afueraFreepik

Cuando el problema es un suelo pélvico laxo, la causa más frecuente es la cirugía por cáncer de próstata. Este grupo es especialmente propenso a sufrir incontinencia y disfunción eréctil, ya que la operación debilita los músculos y ligamentos de la zona.

También puede haber daño en el nervio pudendo, que atraviesa el suelo pélvico, por lesiones en actividades como kickboxing, ciclismo o sentadillas.

Si sufrís incontinencia, disfunción eréctil o dolor pélvico, consultá primero a un médico para descartar infecciones o enfermedades. En muchos casos, la fisioterapia puede ser la solución.

En la primera consulta, un especialista hará una historia clínica detallada y examinará el tejido muscular por dentro y por fuera.

El tratamiento incluirá masajes para liberar tensión, ejercicios de estiramiento o fortalecimiento, y posiblemente respiración diafragmática.

Algunos terapeutas usan ecografías para mostrar en tiempo real cómo se contraen y relajan los músculos, y otros emplean dilatadores o herramientas específicas.

Si no tenés síntomas, hay medidas simples para prevenir problemas:

Reconocer el suelo pélvico es el primer paso para recuperar bienestar y confianzaShutterstock

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