El Equipo Técnico Interdisciplinario logró preservar la escena y obtener pruebas contundentes.
El Tribunal de Juicio de la ciudad correntina de Goya condenó a ocho años de prisión efectiva a Claudio Leandro Díaz, por el robo de una computadora y un termo, para luego empeñarlos por 8 mil pesos.
El acusado llegó a juicio con pruebas contundentes en su contra, colectadas durante la investigación penal preparatoria liderada por el fiscal Gustavo Javier Mosquera (UFIC Esquina). Para ello contó con la destreza del Equipo Técnico Interdisciplinario (ETI) del Ministerio Público de esa ciudad, clave en esta condena por robo.
En la madrugada del 1 de abril pasado, Díaz robó de un local comercial una PC “all in one” marca HP y un termo marca Stanley de color verde con tapa de color gris. Luego lo empeñó todo por 8 mil pesos en otro local, lo que se considera un robo simple.
Por la modalidad delictiva y la fecha de ocurrencia de los hechos, el fiscal y la policía tenían motivos para saber quién era el autor. Pero restaban las pruebas que vinculasen al sospechoso con los hechos ocurridos.
Aquí es donde hizo la diferencia el ETI conducido por el licenciado Diego Escobar. Gracias a una correcta preservación de la escena y el revelado de huellas latentes, luego levantadas y cotejadas por el equipo pericial, apareció con nitidez la figura del acusado como responsable del robo. Las huellas dactilares fueron la clave para esta condena.
Díaz dejó huellas tras violentar dos candados de seguridad y una puerta vidriada con marcos metálicos que lleva al interior del local.
Esta pesquisa fue determinante para la sentencia condenatoria por el delito de robo simple —una vez reiterado— y declaración de reincidente de Díaz en distintos hechos delictivos contra la propiedad, impulsada por el fiscal Mosquera.
Antes, el acusado tuvo la posibilidad de acceder a un acuerdo de juicio abreviado por la pena de seis años, pero lo rechazó y fue al plenario de juicio donde recibió una condena más severa.