La legislación vigente otorga 2 días, contra promedios de 9,5 en la región y 14 a nivel mundial. Los datos en otros países. Relación con la desigualdad en tareas de cuidado, maternidad y natalidad
En un contexto de caída de la tasa de natalidad y en el marco del Día del Padre, continúa generando preocupación la falta de un sistema de licencias por paternidad que incentiven la equidad en las tareas de cuidado y el derecho de los padres a cuidar desde el nacimiento o la llegada de una hija o hijo. Es un problema laboral de larga data que sigue sin atención a nivel legislativo y tiene un fuerte impacto social.
En Argentina, los trabajadores registrados del sector privado cuentan con solo dos días corridos de licencia por paternidad. “Dos días que resultan claramente insuficientes para acompañar el inicio de la vida, generar vínculos tempranos y compartir las responsabilidades de cuidado. Es un tiempo simbólicamente mínimo y materialmente injusto”, señala CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento).
Tareas no remuneradas
Ya de por sí las tareas de cuidado no remuneradas están distribuidas de manera desigual: las mujeres dedican 6 horas al día a estas, mientras que los varones solo 3,5 horas, según la última Encuesta Nacional de Uso de Tiempo del Indec.
Las apenas 48 horas de licencia por paternidad reproducen la desigualdad en la división del trabajo no remunerado. “En hogares donde hay personas que requieren cuidados especiales, como los niños, la diferencia es aún más pronunciada: las mujeres dedican 9 horas diarias a trabajo no remunerado, mientras que los varones dedican 4 horas y media”, destaca CIPPEC.
“Estas desigualdades tienen un efecto muy claro: las mujeres–y más aún las que son madres–tienen menos tiempo para participar del mercado de trabajo. Esto hace que presenten mayores tasas de desempleo e informalidad, menores salarios y tasas de actividad, y estén subrepresentadas en puestos de decisión”, agrega.
La normativa argentina vigente, sancionada en 1974, establece las licencias por paternidad más breves de toda Sudamérica. Esta situación resulta aún más preocupante si se tiene en cuenta que, en general, los países de la región ya presentan retrasos en relación con las tendencias globales en esta materia.
Al respecto, un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para América Latina y el Caribe indicó que 11 países de la región tienen licencias de paternidad remuneradas de menos de 10 días (Argentina es un caso), y solo 6 otorgan una licencia de entre 10 y 15 días. De 14 países del Caribe, solo Surinam cuenta con una licencia de paternidad remunerada, de 8 días.
“Esto impide superar el nudo estructural de la desigualdad referido a la división sexual del trabajo para alcanzar la igualdad de género”, aseguró la OIT.
La normativa argentina vigente, sancionada en 1974, establece las licencias por paternidad más breves de toda Sudamérica (Imagen Ilustrativa Infobae)
A su vez, explica CIPPEC, “el hecho de que solo la mitad de los trabajadores accede actualmente a este esquema de dos días de licencia por paternidad agrava el estado de la cuestión. Quienes trabajan en la economía informal, son autónomos o monotributistas no tienen ningún derecho reconocido, lo que obliga a muchas familias a resolver el cuidado mediante salidas temporales del mercado laboral, reducción de horas trabajadas o delegación del cuidado en terceros –en caso de que puedan costearlo-“.
Causa y consecuencia
Las consecuencias de esta restricción son múltiples. Por un lado, desincentiva la participación activa de los varones en las tareas de cuidado desde el comienzo. Por otro, refuerza la idea de que el cuidado es una responsabilidad exclusiva de las mujeres, reproduciendo desigualdades de género tanto en el ámbito doméstico como en el laboral. Además, genera inequidades entre quienes pueden negociar alternativas —como días sin goce de sueldo o licencias informales— y quienes no tienen esa posibilidad.
Todo esto en conjunto también es un claro desincentivo a la maternidad, teniendo en cuenta que tasa de natalidad en el país cayó un 40% desde 2014.
Ante la falta de legislación y entendiendo que es una problemática, de acuerdo a la consultora Michael Page, el 28,4% de las empresas locales ofrecen licencias adicionales como beneficio. De esa cifra, el 33,3% corresponde a las de paternidad.
“La licencia por paternidad extendida es un avance en este sentido. Un trabajador que pueda contar con ella puede tener un rol activo en la crianza de sus hijos y deja de ocupar el rol del padre ‘que ayuda’ en la casa”, asegura el director de Michael Page, Francisco Scasserra.