Las grandes fábricas referentes del consumo masivo no dejan lugar a dudas: contra la expectativa de comienzos de año, el repunte de las ventas se hace desear. Los ejecutivos evitan mencionar la palabra «crisis», pero admiten que el escenario luce complicado para la mayoría de las categorías.
Desde los grandes supermercados ya pusieron en marcha distintas estrategias para retener a los clientes, que se van hacia los comercios más pequeños. Los negocios tradicionales de barrio, en los cuales se realizan las compras para pocos días y además es más difícil tentarse.
Hay otra realidad, que a las grandes compañías les cuesta admitir: los consumidores evitan en muchos casos las marcas más reconocidas, las líderes, porque cuestan entre 15% y 30% más caras que las denominadas «marcas blancas».
Cualquier consumidor habitué de las grandes cadenas y de los mayoristas se dio cuenta de que, a medida que pasa el tiempo, las «marcas propias» ganan cada vez más espacio en las góndolas.
El consumo no repunta: supermercados cambian de estrategia
Una fábrica de las grandes, fabricante de productos de la canasta básica, cuenta a iProfesional que en mayo vendieron apenas 0,1% más que en mayo del año pasado.
Otra compañía líder da cuenta de la misma situación. Una mejora mínima, casi imperceptible, en relación con un mes de mayo de 2024, en donde las ventas recién se empezaban a recuperar del pozo de la primera parte tras la devaluación.
Desde una tercera empresa marcan una diferencia: «Una cosa son los segmentos más populares, como los productos de almacén (fideos, aceites, harina), donde vemos una mejora más notoria. Y otra distinta es cuando vemos nichos como snacks. O productos congelados, donde no hay recuperación», cuenta la fuente a iProfesional.
Las fábricas de cervezas dan un panorama crítico: las ventas siguen sin recuperarse tras el desplome de principios del año pasado. A pesar de que hubo rebajas en los precios.
El 70% de descuento en la segunda unidad ya no alcanza
Los grandes supermercados también se ven forzados a cambiar. Si bien en las últimas mediciones se vio que las ventas repuntaron contra el año pasado, lo cierto es que los comercios tradicionales les vienen ganando la pelea por los clientes.
Con los ingresos de la población ajustados, las grandes superficies suman atractivos. La última vedette son las alianzas con los bancos, que a su vez necesitan promocionar sus billeteras digitales.
Así, por ejemplo, la mayoría de las cadenas tienen acuerdos con MODO y con Mercado Pago para sumar descuentos a las compras.
Así y todo, en esos grandes comercios admiten que la rentabilidad ha retrocedido. Lo mismo que cuentan las grandes industrias.
Consumidores, a toda hora y en todo lugar
El dato llama la atención, y es toda una muestra de los cambios en el consumo masivo: en ocho de cada diez hogares se hacen las compras elementales en por lo menos cuatro canales distintos.
Una exigencia a veces extrema, pero que los consumidores se sienten en la obligación de afrontar con tal de conseguir precios más bajos.
En medio de un consumo al que le cuesta levantar, la competencia entre esos canales se canibalizó.
Una reciente investigación de la consultora especializada en consumo Kantar, dejó a las claras quiénes quedaron de cada lado. Y da cuenta del novedoso comportamiento de los consumidores.
Promociones, claves en las góndolas
El informe de Kantar refleja, además, que las promociones se convirtieron en un motor clave para incentivar el consumo.
El impacto, no obstante, varía según el canal de ventas. En los supermercados e hipermercados, el 36% del gasto se realiza con alguna promoción, pero eso no alcanza para revertir la caída general en volumen: registran una pérdida de 19 % en productos sin promoción y una suba del 9,9% en los que sí la tienen.
- En los comercios mayoristas, donde el 25% del gasto también está asociado a promociones, la estrategia da resultados: los productos con promoción crecen 8,8% y los que no las tienen se mantienen estables.
- En los almacenes, que históricamente son menos agresivos a la hora de las promociones, también se sumó a la tendencia: ya un 11% del gasto se realiza bajo alguna promoción.