En diálogo con Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3), el economista Walter Graziano criticó la gestión de Luis Caputo por «capear el déficit» y sostuvo que fue designado como ministro de Economía por los bancos “para diagramar el plan” y evitar una estabilización abrupta. “Si Argentina fuera a una inflación del 0,5% mensual, habría un achique en el sector bancario fenomenal”, indicó.
Walter Graziano es economista, doctor en Ciencias Económicas por la Universidad de Buenos Aires y magíster en financiamiento del desarrollo económico en la Universidad Suor Orsola Benincasa de Nápoles en Italia gracias a una beca de la Cancillería italiana. Además, completó una especialización en análisis económico y político-financiero en la sede central del Fondo Monetario Internacional en Washington, becado por el FMI y el Banco Central. Es autor de seis libros. Se desempeñó como consultor económico con experiencia en organismos internacionales, financiamiento externo y programación monetaria del Banco Central, además de ser experto en análisis de variables económicas y financieras. También contribuye con distintos medios de comunicación.
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Hoy, en el pase que hacemos con Marcelo Longobardi, él citaba el tweet de Carlos Rodríguez respecto de que el déficit fiscal no sería el que se dice, y yo le recordé que tenía que ver con algo que vos habías dicho. Vos decís que si nosotros tomamos los 200 billones de pesos que tiene la deuda del tesoro a una remuneración de intereses de 2,7% mensual, los intereses mensuales son 5,4 billones de pesos por mes, que, a un dólar de 1.300, equivalen a 4.154 millones de dólares al mes, lo que multiplicado por 12 da casi 50.000 millones de dólares. Lo que, con un PIB de 600.000 millones de dólares, claramente nos acerca a un déficit financiero de 8% del producto bruto. ¿Eso no está correctamente registrado en la contabilidad creativa de Caputo?
Hay un tema, y es que no es que no se registre bien. Es que, de alguna u otra forma, se manipula la forma de emitir títulos. Se los emite en cupón cero, se los emite de manera capitalizable, con lo cual no tienen que computar el déficit como si fuera déficit. Hay una diferencia en la evaluación del precio. Hay una referencia a la cual el Estado vende los títulos y luego los paga al 100% de paridad, pero los vende al 98%. Con lo cual, la gente de Caputo capea lo que es el déficit.
Para comprender, el punto es que si yo coloco los intereses que se capitalizan como nueva deuda, lo que me aumenta es la deuda, pero no registro los intereses como déficit. Entonces, con esta manera de calcular, en realidad no tenemos un déficit fiscal o cuasi fiscal de 50.000 millones por los intereses, sino que aumenta nuestra deuda anual en 50.000 millones de dólares.
Claro, y en el fondo es por intereses. Lo que pasa es que no aparece en el renglón “intereses”.
Pero igual no es un hecho menor que tengamos 50.000 millones de dólares de nueva deuda. Es un 8% del producto bruto de aumento de deuda solo por intereses.
Claramente. Cuando Milei asumió, la deuda estaba en menos de 100 billones y la duplicó. El monto exacto de pesos de deuda interna es 230 billones, con lo cual es todavía un poco más. A eso hay que sumarle la deuda externa y los intereses por la deuda externa, que son 10 puntos del PIB, que son los mismos 10 puntos del PBI que Milei decía que heredó de Massa como déficit del Banco Central.
Milei no tocó un solo peso de ese déficit: se lo trasladó del Banco Central al Tesoro y encontró formas novedosas de contabilizarlo de manera tal que tuviera un pretexto como para decir que está en déficit prácticamente cero. Sería un déficit financiero del 1,5% del PBI, que es lo que ellos están aceptando que tienen, cuando en realidad tienen 10%.
El mercado no lo despabiló del todo por una cuestión, que es que muchos de los economistas del sector privado hacen los cálculos del déficit financiero basándose en lo que se llama “déficit real”, no el “déficit nominal”. O sea, descuentan la inflación del déficit. Si la tasa es 2,7% pero la inflación es 2,4%, computan solamente 0,3%. Con lo cual te dicen que Caputo y Milei bajaron el déficit del 10% que tenían con Massa a un déficit financiero de solamente el 1,5%, pero eso es un error grave.
Eso lo podría decir en pesos si vos descontás la inflación. Ahora, si el dólar se devalúa con un crawling peg al 1%, en realidad no habría que descontarlo por la inflación, para medirlo en dólares, porque en dólares aumenta.
No hay que medirlo deflactado ni hay que medirlo en términos de dólares. Lo tenés que medir en términos de porcentaje del PBI. Y eso está mal medido de la forma en que lo mire por un error de los economistas del sector privado. Los economistas del sector privado accedieron fácilmente a desplazar el déficit financiero, no el operativo.
Cuando hay un aumento de las jubilaciones, el pago que se toma es el nominal, no es el real. Si no, habría meses que tendrías gran superávit con el sector previsional. Lo mismo pasa con la recaudación: nadie toma la recaudación deflactada a los fines de calcular el déficit. En realidad, la inflación es el resultado posterior al déficit. Es cuánta inflación necesitaste para equilibrar ese déficit y hacer que oferta y demanda equivalgan a cero, que la diferencia equivalga a cero.
Entonces, lo que hay es un error serio en la manera de ver este tema porque hasta que este tema no se solucione, Argentina no puede solucionar su problema de inflación. Hasta que los economistas del sector privado no perciban que están calculando mal el déficit financiero y que no es 1,5% del PBI, sino 10%, la solución de la inflación es prácticamente una quimera. Es imposible. Por eso no pudo hacerlo Massa, no pudo hacerlo Guzmán, ni la gente de Macri, ni la de Cristina, que es la que recomenzó con el déficit financiero en Argentina, porque no había prácticamente títulos de deuda del Banco Central desde la gran confiscación que resultó finalmente ser el corralito.
Una cosa es la deflación de los intereses respecto de cuánto pago, por ejemplo 2,7%, y cuánto tengo de inflación, que si es 2,3%, pongo 0,4%. Ahora, por otro lado, está el tema de que si capitalizo los intereses, no tengo déficit financiero. Una cosa sería el déficit económico fiscal o cuasi fiscal, y el otro sería el financiero. Por un lado, en el económico se registran los intereses, pero se los deflacta, mientras que en el financiero no se registran los intereses porque se capitalizan.
De hecho, nominalmente el déficit está mucho más bajo por este tema de mostrar intereses que no existen. Eliminan los intereses de la contabilización cuando emiten bonos cupón cero. Pero hay muchos bonos que no tienen este tratamiento, que indexan por CER o por tipo de cambio. Con estos bonos no se puede tener la argucia que se tuvo con los bonos que venden simplemente tasa de interés a través del mecanismo de bonos cupón cero.
¿Qué porcentaje de los bonos que emiten directamente no se registran los intereses porque se capitalizan, y qué porcentaje es los que se registran pero deflactados?
Viene aumentando fuertemente la cantidad de bonos que devengan a una tasa de interés, que era prácticamente un monto despreciable hasta el fin de la era de Massa. Hasta el fin de la era de Massa, los bancos querían nada más que bonos a inflación. Si vos medís los bonos a inflación, resulta que prácticamente nunca tiene déficit, porque por un lado, emitís el bono que paga la inflación más un pequeño porcentaje.
No solo eso. En la época de Pesce, él planteaba es que si había más inflación, terminaba habiendo tasa negativa y reducían la deuda.
Ese es el error conceptual. Lo que hay que medir es el déficit nominal, no el déficit en términos reales. Lo que necesitas prevenir es tener una alta tasa de inflación. Si vos solo medís el déficit real, da lo mismo que hayas tenido inflación del 5%, devaluación del 5%, y tasa de interés del 5%, que devaluación del 100%, tasa de interés del 100% e inflación del 100%. El déficit real te da exactamente igual con el 5% que con el 100% o el 700%.
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¿Y cómo termina esto? Vos dijiste que el presidente no es Milei, sino Caputo.
En el evento de Idea del año 2022, muchos empresarios, sobre todo los bancos, no querían saber nada con Milei porque les parecía muy impredecible. Los empresarios fueron en masa a escuchar a Bullrich y pensaban que era la candidata, pero había un sector empresario importante que todavía quería que el presidente sea Milei. El compromiso, según la información que yo tengo, fue aceptar que el presidente sea Milei, siempre y cuando el ministro sea Caputo, un hombre de los bancos.
Los bancos serían los principales damnificados si Argentina estabiliza. Porque si Argentina estabiliza, la tasa de interés baja muy abruptamente. Si Argentina fuera a una inflación del 0,5% mensual, habría achique en el sector bancario fenomenal. Entonces, los bancos no querían saber nada con una estabilización en serio, ni tampoco con una dolarización, porque la dolarización, si sale bien, es estabilización en serio, y si sale mal, Dios sabe qué es.
Con lo cual, la condición fue Caputo al ministerio y que Milei sea el presidente. Pero Caputo es un hombre de los bancos y no va a tocar los intereses de los bancos. Por eso es que estamos entrampados en una inflación del 2% mensual, que es apetecible y deseable para los bancos. Es la inflación mínima.
¿Caputo es el ministro de los bancos?
Sí, Caputo es el ministro de los bancos. Y según mi entender, es la persona que los bancos designaron para diagramar el plan. Cuando Milei era un simple candidato, ni siquiera hablaba de Caputo, ni siquiera lo veía. Fue un tipo al cual le metieron en cuanto ganó, pero por un pacto anterior que era: «Si vos querés al hombre este, vamos a poner también dinero para financiarlos, pero el ministro lo ponemos nosotros». Y Caputo es una persona de los bancos, claramente.
Pero esto es importante: si Argentina no está dispuesta a hacer un redimensionamiento del sector financiero y un achique en la cantidad de bancos muy fuertes, no hay estabilidad posible. Es imposible, porque los bancos no pueden vivir en Argentina con tasas de interés del 7 u 8% por año.
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