En la madrugada del 31 de enero de 2025, una pareja de mujeres fue víctima de un ataque incendiario en su vivienda de Cañuelas, provincia de Buenos Aires. El fuego destruyó gran parte de la casa, dejando a las víctimas sin hogar. Afortunadamente, no hubo heridos, pero el impacto emocional y material es devastador. El discurso de odio desde el gobierno y sus instituciones, se materializa en acciones terribles como esta.
Es un crimen de odio
Las víctimas se quedaron en la calle, perdieron todo, y por supuesto no debemos lamentar pérdidas fatales, pero si este crimen demuestra el resultado de un discurso de odio que habilita materialización de sucesos así.
Las víctimas han sufrido previamente actos de discriminación y hostigamiento por su orientación sexual. Y obviamente sin políticas concretas, no se evitó.
Las autoridades investigan el caso, pero hasta el momento no hay sospechosos ni motivos claros. Sin embargo, este hecho no es aislado, sino que forma parte de un patrón de violencia sistemática contra la comunidad LGBTQ+ en Argentina, agravado por los discursos de odio y la agenda patriarcal del gobierno de Javier Milei; qué en su discurso en Davos dejo bien clara.
Los discursos de odio de Milei habilitan la violencia
Desde que asumió el gobierno de Javier Milei ha promovido una agenda política y cultural basada en discursos de odio, negacionismo de la violencia de género y ataques a los derechos de las minorías, una agenda medieval. Sus declaraciones públicas, que ridiculizan la lucha por la diversidad y los derechos humanos, han contribuido a normalizar la violencia y la discriminación contra la comunidad LGBTQ+.
Este no es el primer caso de lesbodio durante su gobierno. En septiembre de 2024, un lesbicidio conmocionó a Barracas, cuando una mujer fue asesinada por su expareja en un contexto de violencia machista y lesbodiante. Estos hechos reflejan un clima de impunidad y retroceso en las políticas de género y diversidad.
El gobierno de Milei ha desmantelado programas de prevención de la violencia de género, recortado presupuestos para políticas inclusivas y desoído las demandas de las organizaciones sociales. Muy por el contrario ha profundizado su agenda patriarcal, que niega la existencia de las violencias estructurales y deslegitima las luchas del movimiento feminista y disidente.
En su reciente participación en el Foro Económico Mundial de Davos, Milei redobló la apuesta: no solo defendió su modelo de ajuste económico, sino que también lanzó ataques directos contra lo que llamó “la agenda woke” y el “feminismo radical”, arremetiendo contra las mujeres y disidencias. El presidente realizó varias declaraciones que no solo carecen de veracidad, sino que además se contradicen entre sí y habilitan los crímenes de odio. Tomando como referencia un caso aislado , una condena por abuso en una relación homosexual, trata de instalar nuevamente definiciones que ya pertenecen al medioevo: la homosexualidad como una enfermedad. Desestimando las alarmantes cifras que indican que más del 70% de los abusos ocurren dentro del ámbito familiar y son perpetrados por adultos heterosexuales.
Estas declaraciones no solo muestran su desprecio por los derechos de las mujeres y las disidencias, sino que también legitiman discursos de odio a nivel global.
Lamentables hechos como este seguirán ocurriendo bajo un gobierno qué, con algunas limitaciones y vaivenes, pretende avanzar en su agenda reaccionaria.
¡Milei: al closet nunca más!
Ante las declaraciones cargadas de odio y las falsas afirmaciones del presidente, así como las posteriores declaraciones de su ministro de justicia al justificar e impulsar su agenda, el rechazo y la reacción no se hizo esperar: despertaron a la bestia. La comunidad LGBT+ y el movimiento feminista convocaron a una movilización para mañana 1 de febrero. Seamos miles, unamos las luchas en las calles y construyamos juntes el plan para derrotar a Milei y todo su plan de ajuste.