En el fútbol argentino con figuras y billetera gorda no alcanza para mostrar credenciales confiables de candidato y el River de Gallardo lo está sintiendo en camiseta propia luego de jugar mal y sin poder plasmar sus ideas ante Platense y ante Instituto, dos partidos donde ni cerca estuvo de merecer los tres puntos, y casi que fueron de inmerecidos los que obtuvo. Desde el juego, el Millonario tiene un saldo deudor muy evidente que el propio Muñeco ya hizo público en los dos partidos.
Que Gonzalo Montiel, el lateral derecho, haya sido la figura en los dos partidos, es quizá el síntoma más explícito del asunto. Que haya cambiado de sistemas tácticos dentro de ambos partidos varias veces como sucedió anoche ante la Gloria -jugó un 4-3-1-2, un 4-3-3 y al final un 4-2-2-2, también da cuenta de una falta de soluciones en cuanto a rendimientos individuales.
El mediocampo no encuentra juego asociado
Cuando a este River le bloquean la salida con Enzo Pérez y le presionan y marcan la zona media, no puede encontrar juego y lo obligan a un pelotazo y a una segunda pelota donde no se siente cómodo.
Tampoco Manuel Lanzini, Giuliano Galoppo, ni Maxi Meza pudieron ser ese plan B cuando Enzo Pérez está rodeado. Hubo una falta de movilidad muy notoria en este sentido y siempre son hallados fácilmente por los rivales, lo que hace todo mucho más difícil para River y más fáciles para los rivales. Van dos fechas y a los equipos de Gallardo le cuesta soltarse en los arranque pero el tema es que hay demasiadas ilusiones luego de un mercado de pases histórico y tras los buenos indicios en los amistosos previos.
El 11 inicial, con dudas
Por otro lado, en dos fechas ya se empieza a ver que en el banco de suplentes hay jugadores que se acercan a los titulares y que este equipo que jugó dos partidos seguidos con los mismos 11 no durará mucho si sigue así y hay dudas que sea el mismo contra San Lorenzo.
Tapia ya dio más que Colidio en la ofensiva, Matias Rojas hizo lo propio si se lo compara con Manuel Lanzini y Paulo Díaz demuestra que no puede estar afuera por si pase largo y corto y porque de arriba es infranqueable en las dos áreas. Estos tres ejemplos también marcan una tendencia que en la búsqueda del equipo quizá los primeros nombres no sean los siguientes.
Gallardo mientras tanto asegura que una casa no se construye de un día para otro y confía que el equipo va a fluir y que debe soltarse. Tiene una confianza total y lo dijo. Ahora la clave es el tiempo de espera y la paciencia que en estos tiempos no es precisamente una banda elástica.
Febrero será el mes clave porque allí debe aparecer en toda su dimensión el funcionamiento porque luego viene la Copa Libertadores. Ahora sin tiempo para mucho esta nueva etapa o este mes arranca a prepararse desde hoy pensando en San Lorenzo que viene de ganar dos partidos y que le va a presentar un partido también incómodo.
LP