Un mensaje publicado en redes sociales por el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha provocado un nuevo rifirrafe con el Gobierno israelí, que sigue sin haber enviado de vuelta a su embajador en España desde finales de mayo, cuando se produjo el reconocimiento del Estado palestino.
Albares se ha declarado a primera hora de esta mañana «profundamente consternado por la catástrofe humanitaria en Líbano». En un mensaje en X, antiguo Twitter, el jefe de la diplomacia ha condenado «los bombardeos indiscriminados sobre la población civil», en aparente alusión a los bombardeos llevados a cabo por Israel en los últimos días que se han saldado con decenas de muertos.
Asimismo, el ministro también ha condenado «el lanzamiento de misiles de Hezbolá este fin de semana», después de que el partido-milicia chií libanés haya disparado cientos de proyectiles contra territorio israelí.
Así las cosas, Albares ha defendido que «la violencia debe parar» y ha exigido «un alto el fuego inmediato» para rematar sosteniendo que «Líbano merece la paz».
Dan Poraz, el encargado de negocios de Israel en España y actualmente el máximo representante del Gobierno de Benjamin Netanyahu, le ha replicado en un mensaje en esta misma red social, reivindicando que «Israel también merece la paz».
El diplomático israelí ha subrayado que el 8 de octubre de 2023, un día después del ataque contra Israel perpetrado por Hamás, «Hezbolá comenzó a atacar a Israel sin provocación alguna, únicamente con el propósito de salvar a Hamás en Gaza».
Desde entonces, ha denunciado, «esta organización terrorista ha lanzado aproximadamente 15.000 cohetes de manera indiscriminada contra pueblos y ciudades israelíes, casi a diario».
Durante un año, ha añadido, el Gobierno israelí «actuó con moderación, haciendo todos los esfuerzos posibles para alcanzar una solución diplomática» mientras decenas de miles de civiles israelíes se han visto desplazados y algunas localidades han quedado en ruinas.
Dicho esto, Poraz ha recalcado que «Israel está decidido a garantizar que sus ciudadanos puedan regresar a sus hogares de manera segura y a poner fin a la amenaza terrorista de Hezbolá», justificando así las operaciones militares de las últimas semanas. «Israel también merece la paz», ha insistido.