Después de pasar la Nochebuena y la Navidad tras las rejas, las cuatro jugadoras de River siguen detenidas en Brasil tras los incidentes en el partido contra Gremio de Porto Alegre, que derivaron en graves acusaciones de racismo: rechazado el hábeas corpus que solicitó la defensa, las futbolistas todavía están presas en la Penitenciária Feminina da Capital en Sant’Ana, San Pablo.
«Seguimos sin comunicación con ninguna de las chicas, están literalmente incomunicadas, no las puede ver nadie más que la abogada. Es todo muy excesivo, no sabemos cuándo las van a liberar», fue el testimonio difundido por el sitio FutFemGol de un familiar de las jugadoras, del que se resguarda la identidad. Sí, Candela Díaz, Camila Duarte, Juana Cángaro y Milagros Díaz continúan pesas y solo pueden tener contacto con el cuerpo de legales enviado por el club y con Thaís Sankari, la letrada paulista que se hizo cargo del caso desde el viernes a la noche, cuando fueron detenidas post partido ante Gremio.
Candela Díaz, Camila Duarte, Juana Cángaro y Milagros Díaz, las cuatro jugadoras de River detenidas.
Tras el escándalo, las futbolistas fueron detenidas y el sábado las trasladaron a la Penitenciária Feminina da Capital en Sant’Ana: sin avances en las últimas horas, reina la incertidumbre para saber cuándo podrían quedar libres…
Así es la cárcel donde se encuentran las jugadoras de River
Inaugurada en julio de 1942, en un edificio anexo a la Penitenciaría del Estado (1920), la Penitenciaría Femenina de la Capital en Sant’Ana fue la primera institución penitenciaria específica para mujeres en el estado de San Pablo. En sus inicios se llamaba Presidio de Mujeres y estuvo administrado por monjas católicas de la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor de Angers.
La cárcel llegó a formar parte de Carandiru (que fue el mayor pesidio de América Latina y se cerró tras la rebelión que dio lugar a la masacre de 1992, con 111 reclusos asesinados por la Policía Militar del Estado de San Pablo) y luego volvió a cambiar de nombre por el actual, Penitenciaría Femenina de la Capital, denominación que fue adoptada en 1973. Dentro del complejo, en diciembre de 2005 se inauguró el edificio de Sant’Ana, que ocupa parte de un sector del antiguo complejo de Carandiru, que fue desmantelado a principios de este siglo.
La Penitenciaría Femenina de Sant’Ana, en San Pablo, donde permanecen las cuatro jugadoras de River (Folha).
Según reportes periodísticos locales, en la cárcel femenina hay una superpoblación por la que más de un jurista la denomina «Carandiru de mujeres». Además, consignan que alrededor de 400 presas trabajan en las oficinas de la prisión y otras 200 son “asistentes del sector penal”.
En épocas de la dictadura cívico-militar de Brasil, el lugar albergó a algunas presas políticas, principalmente después de la desactivación del Presidio Tiradentes en 1972. En un número reducido, estas mujeres tuvieron que acostumbrarse a una rutina de aislamiento, ya que eran separadas de las presas comunes.
Vista aérea de la Penitenciaría Femenina de Sant’Ana, en San Pablo, donde permanecen las cuatro jugadoras de River. (Foto: Memorial da Resistencia/Web)
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