El legado de un hincha que se convirtió en símbolo eterno de la pasión xeneize.
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Cómo un fanático se convirtió en el alma del equipo durante su histórica gira europea.
La pasión de Boca Juniors está profundamente ligada a su hinchada, reconocida mundialmente como el «Jugador Número 12». Este apodo no nació por casualidad, sino gracias a la figura de Victoriano «Toto» Caffarena, un hombre que dejó una huella imborrable en la historia del club.
Este escribano y ferviente seguidor no solo acompañó al equipo en su histórica gira europea de 1925, sino que se convirtió en un pilar de apoyo en diversos roles, consolidando un legado que aún vive en cada partido y en cada tribuna azul y oro.
¿Quién fue Victoriano «Toto» Caffarena y por qué es clave en la historia de Boca?
Victoriano Caffarena, conocido cariñosamente como «Toto», fue un socio apasionado de Boca Juniors desde 1922. Este escribano, con un notable compromiso hacia el club, destacó por su papel fundamental durante la primera gira del equipo por Europa en 1925. En una época sin patrocinios ni recursos externos, decidió vender propiedades para costear su pasaje y colaborar con los gastos de algunos jugadores, demostrando una devoción incomparable.
Su presencia en la delegación no fue meramente simbólica. A lo largo de la travesía que incluyó 19 partidos en tierras europeas, Caffarena asumió múltiples funciones: utilero, masajista, aguatero e incluso director técnico cuando fue necesario. La relevancia de su figura llevó al delantero Agustín Cerrotti a bautizarlo como el «Jugador Número 12», reconociendo su impacto dentro del grupo.
Más allá de la gira, el escribano continuó aportando al club en diversas capacidades. Encargó la composición del primer himno de Boca en 1926, contribuyó a la consolidación de la identidad xeneize y fue un referente entre los socios. Con el tiempo, se le asignó una platea fija y fue distinguido como socio vitalicio, además de recibir un homenaje especial durante el 50º aniversario de la institución.
Boca Juniors
El espíritu inquebrantable de la hinchada de Boca tiene raíces en la dedicación de un socio extraordinario.
¿Cómo nació el apodo del «Jugador Número 12» que caracteriza a la hinchada de Boca?
La mítica gira europea de 1925 marcó un antes y un después en la historia de Boca Juniors. Durante cinco meses, el equipo representó a Argentina en escenarios de España, Francia y otros países, logrando 15 victorias en 19 partidos. El viaje no solo consolidó al club como un referente internacional, sino que también dejó un legado simbólico: el nacimiento del «Jugador Número 12».
Caffarena, más que un aficionado, se convirtió en un elemento indispensable para el plantel. Su predisposición y esfuerzo para garantizar el bienestar del grupo le valieron ese título honorífico, inmortalizado por Cerrotti. Desde entonces, el apodo trascendió al escribano para representar a la hinchada, convirtiéndose en un emblema de la pasión que distingue al club.
El reconocimiento de la Asociación Argentina de Football, que nombró a Boca Campeón de Honor por su actuación en Europa, fue el broche de oro para una travesía inolvidable. Desde aquel entonces, la figura del «Jugador Número 12» no solo simboliza el compromiso de Victoriano, sino también la energía y el fervor que cada hincha lleva en su corazón.